Origen en la Medicina
Tradicional China
Como podrás suponer, la
auriculoterapia tuvo su origen en las
ancestrales técnicas de acupuntura de
la Medicina Tradicional China.
Posteriormente, al llegar a
Occidente, Paul Nogier en 1957 aunó
conceptos en sus investigaciones,
creando la "auriculoterapia moderna"
que aplicamos hoy en día. La idea
primordial es que el cuerpo humano
está reflejado en la oreja, de tal forma
que actuando sobre puntos concretos
de la misma, actuamos sobre el órgano
o zona que nos interesa.
Auriculoterapia con
Láser
Una buena noticia para los más
aprensivos:
No uso agujas.
Efectivamente, las agujas pueden
ser sustituidas por un láser, técnica
indolora totalmente segura y no
intrusiva, que va a garantizar tu
comodidad y el no usar elementos
agresivos que puedan crearte
incomodidad o miedos.
El láser no deja marcas ni
quemaduras, no tienes que tomar
ninguna precaución especial ni te vas
a poner en riesgo ni contraer
infecciones.
Los puntos están recogidos en un
"mapa" con todo detalle; hay puntos
concretos para dolencias concretas,
siendo muchas veces la suma de la
acción en varios de esos puntos lo que
nos lleva a atacar el problema
certeramente.
Desde luego esta técnica,
reconocida por la OMS, merece más
investigaciones, tal y como se comenta
en el siguiente artículo.
Integrado en la Cooperativa BIOSANA
Cuatro sesiones, clave del
éxito
La sesión que te acabo de
contar tendrá que repetirse
normalmente tres veces más, hasta
completar cuatro sesiones,
separadas una semana cada una.
Así que, tal como repito por
todas partes, no esperes un
resultado espectacular según
acabes de recibir el láser. Ejercita la
paciencia y espera a completar
todas las sesiones, tampoco son
tantas… Eso sí, muy probablemente
empieces a notar cambios ya a los
pocos días de haber recibido incluso
la primera sesión. ¡Eso quiere decir
que vamos por buen camino!
Una sesión de Auriculoterapia
láser consiste en aplicar sobre los
puntos que lo necesiten (suele
rondar nueve puntos), un haz láser
concentrado, con una duración de
un minuto por cada uno.
Por supuesto, en la consulta
habremos antes hablado sobre qué
te ocurre y qué tratamiento estás
siguiendo ya (si es que sigues
alguno), para recabar información.
Una vez acabada esta etapa, te
colocaré unos pequeños parchecitos
en cada punto, que contienen una
minúscula bolita magnetizada que
deberás llevar tres o cuatro días. La
misión de esto es mantener una
presión sobre los puntos que hemos
tratado, para reforzar y potenciar el
efecto del láser.